Escuela de Conservación Sostenible Sarañani! se inauguró en Arica
«Sarañani es caminemos, avancemos juntos», explicó Mariano Cutipa, maestro mayor y yatiri de la Fundacion Altiplano, al pawar junto a las y los invitados al nacimiento de la Escuela Sarañani!, en la población Maipú Oriente de Arica, al que asistieron más de 100 personas de comunidades andinas y rurales de la región. La Escuela es el corazón de la Fundación Altiplano, dedicada a compartir con comunidades y organizaciones aliadas el aprendizaje logrado tras 20 años conservando patrimonio en comunidades andinas y rurales. Sarañani! se dedica a la promoción de personas y comunidades para enfrentar el desafío global de Conservación y Desarrollo Sostenible, desde el Origen.
“Nosotras hemos usado esta casa muchas veces para nuestras reuniones en Arica, porque siempre nos prestaron el lugar, aunque ahora está mucho más bonito”, comentó María Lucía Choque, tesorera de la Coordinadora de Mujeres de Pueblos Originarios de Arica y Parinacota, luego de la ceremonia de inauguración.
Además del espacio físico para agrupaciones como la Comunidad de Timar, el baile Morenos de Livilcar, el Centro Cultural Hijos de Chapiquiña, la Agrupación de Adultos Mayores de Ticnamar y el Comité Mayor de la Ruta de las Misiones, la Escuela de Conservación Sostenible Sarañani! ofrecerá un programa construido participativamente desde los requerimientos de las comunidades y organizaciones aliadas y las competencias de Fundación Altiplano, abarcando cinco temas fundamentales en el camino-desafío de la conservación: Naturaleza-Pachamama, Habitar-Utjaña, Alimentación-Manq’a, Arte-Yäpa y Comunidad y Desarrollo-Ayni. Desde estos temas se generarán talleres, diplomados, viajes de aprendizaje, misiones de conservación y la Escuela Virtual, con contenidos disponibles en el sitio web de la Fundación Altiplano.
A estos se suman la Escuela de Arte Arica Barroca y la Escuela de Películas Nativas, durante los meses de mayo y noviembre, respectivamente. Las escuelas, mediante el arte y las películas, buscar enamorar de la conservación de los tesoros naturales y culturales de la región. “Lo importante de los talleres es es aprender más y reconocer cosas que no sabemos de nosotros mismos”. expresó Carmen Gutierrez, de Socoroma. “Porque es seguir las enseñanzas que nos dejaron los abuelos”, finalizó.
