Lo acusaron de robo con intimidación: estaba trabajando a la hora de la comisión del delito
Humberto Fernández Mercado, fue a trabajar como cada día en un supermercado ariqueño, el era reponedor y cumplió sus labores de manera normal, atendiendo público, compartiendo con sus compañeros. Sin embargo, no se imaginó lo que estaba por vivir, cuando al trasladarse hasta su domicilio fue detenido por personal de carabineros y acusado de robo con intimidación.
El hecho del que lo acusaban había sucedido la mañana del 19 de mayo de 2020, en el sector norte de la ciudad, donde una mujer fue violentamente asaltada por un sujeto, que, según las primeras características entregadas, distaba mucho de cómo lucía H.F.M.
Si bien, siempre alegó inocencia, terminó sometido a control de detención. Pero ¿cómo llegó a ser detenido entonces?, pues a través de un reconocimiento errado por parte de la víctima, quien señaló a Fernández como el autor del delito en su contra, esto tras recibir por redes sociales una fotografía de él, en la que se le acusaba de haber cometido otro delito.
Respecto a lo acontecido Humberto Fernández detalla que: “Todo ocurrió pasadas las 21 horas cuando iba a bordo de un vehículo, cuando sorpresivamente, llegan funcionarios del 0S7 de carabineros, quienes me sacaron a la fuera del automóvil, apuntándome con pistolas y reduciéndome. Sentí mucha vergüenza por todas las personas que estaban viendo lo que ocurría y me sentía desorientado al no saber por qué nos daban ese trato. Me trasladaron hasta la 3ra Comisaría, allí me encerraron en la celda junto a otras personas, sin el distanciamiento social necesario frente a la pandemia A la mañana siguiente me llevaron al juzgado. Fui enviado a la cárcel de Acha por 2 días y 1 noche, lo que generó que casi perdiera mi trabajo, lo que era dramático porque soy el sustento de mi hogar. A raíz de esta injusticia quedé mal psicológica y emocionalmente”.
El defensor de la causa fue el defensor penal público Camilo Valle, quien tras conversar con su representado y conocer los detalles, no dudó en su versión, es más durante la audiencia señaló en reiteradas ocasiones que, la víctima primero describió a un sujeto muy distinto al imputado y luego cambió su versión al ver la fotografía que le enviaron por redes sociales, posteriormente reconociéndolo en un set fotográfico.
El defensor, además detalló que había imágenes del imputado en su lugar de trabajo, a la misma hora en que en otro sector de la ciudad estaba ocurriendo el delito, también se contaba con la declaración de su jefe, el que señalaba que el acusado, se presentó a trabajar a la hora correspondiente y estuvo en el supermercado atendiendo público de manera normal. Por esto, Camilo Valle, alegó la inocencia del imputado, que estaba siendo acusado por parte de la Fiscalía como autor del delito de robo con intimidación.
En relación a los principales problemas de esta causa, el defensor Valle, detalló lo siguiente: “La principal dificultad en este proceso se da en que una persona pierde su libertad, pese a que la prueba demuestra lo contrario, en primera instancia se lleva a una persona detenida y no se da cuenta al defensor de la aprehensión y de la entrega de declaración, si no que este defensor toma conocimiento de la situación cuando el acusado pasa al día siguiente al control de detención, tenido un breve tiempo para recopilar y desarrollar las pruebas para la audiencia. El otro problema que tuvimos fue que la Fiscalía a pesar de que había antecedentes que la persona era inocente y que la jueza diera cuenta que no había elementos para presumir su participación y que decretó medidas únicamente para que el proceso pudiera llevarse a cabo, la Fiscalía persiste apelando verbalmente y manteniendo a una persona privada de libertad en la cárcel de Acha”.
Medidas cautelares y sobreseimiento
Tras escuchar tanto a la defensa como al ente persecutor, el juez Macarena Calas durante la audiencia no accedió a la prisión preventiva que solicitaba el Ministerio Público, decretando en su lugar firma semanal, arraigo nacional y un plazo de investigación de 90 días, lo que fue apelado por parte de la Fiscalía, dejando la decisión a la Corte de Apelaciones, sin perjuicio de aquello en el alegato el ministerio público se desistió.
Sin embargo, pese a este resultado Humberto Fernández seguía sometido al cumplimiento de medidas cautelares y bajo una investigación penal, aunque los antecedentes daban cuenta de su inocencia en la comisión del ilícito.
Finalmente, tras la solicitud de la defensa respecto a decretar el término de la investigación y luego que se estableciera la absoluta inocencia del acusado, la Fiscalía pide el sobreseimiento definitivo de la causa, compartiendo los criterios de la defensa, siendo decretada el viernes 9 de octubre del presente año.