En Arica ningún otro técnico arengó a los jugadores como lo hizo Hernán Godoy. A 47 años de la llegada del fútbol profesional a nuestra ciudad, “Clavito” fue el único entrenador capaz de levantar equipos que estaban fusilados y destinados a desaparecer el fútbol profesional.
En 1990 salvó a Deportes Arica del descenso a Tercera División. El equipo empató de visita con Linares y mantuvo la categoría ganándole de local a estadio lleno. Para los ariqueños fue como ganar la Champions. Con el “Clavo” aprendimos que salvarnos del descenso era casi lo mismo que lograr un ascenso.
El pasado miércoles 19 de marzo, cuando su corazón dejó de palpitar, el mundialista estadio “Carlos Dittborn” encabezó el duelo comunal. “Pusimos las banderas a media asta en homenaje a su paso por Arica”, dijo el alcalde Orlando Vargas Pizarro.
“Mi papá amaba Arica. Cuando tuvo problemas en los tobillos hizo su recuperación en Arica, por eso le tenía un aprecio gigante a la ciudad. Le tenía mucho amor y respeto”, recuerda el hijo de don Hernán. Nos referimos al “Mono” Hernán Godoy como le decía su propio papá.
Equilibrio perfecto
“El Clavo” no actuaba ni hacía show para la galera, don Hernán era un “choro” de la “pobla” que hablaba tres idiomas. Amigo del “Lito” Quispe y de Carlos Ferry. Compartió su sabiduría con el “Tano” Rossi y con “Chirimino” Mamani. El profe era el equilibrio perfecto entre el amateurismo y el profesionalismo. Una marca registrada imposible de copiar.
Dueño de un poder de convocatoria sin igual. Siempre llegaba acompañado de buenos jugadores. En 1993 Deportes Arica perdía contra el Vial, “Clavito” entró a la cancha y le pegó un par de «cachuchazos» al defensa Aldo Aránguiz. Al final del partido Aránguiz anotó el gol del triunfo para el local. Locura ¡Total! El estadio “Carlos Dittborn” rendido a los pies de “Clavito”. Hasta siempre profe Hernán. En Arica tú hinchada siempre te extrañará.
