Defensoras fundamentan las absoluciones obtenidas en el juicio de “Los Gallegos”
Las defensoras penales públicas Violeta Álvarez Ramírez y Cintia Cartagena Martínez detallaron los argumentos que llevaron a la absolución de tres mujeres extranjeras y un hombre chileno en el juicio de “Los Gallegos”.
En el cierre del juicio de “Los Gallegos”, las defensoras penales públicas Violeta Álvarez y Cintia Cartagena, de la Defensoría de Arica y Parinacota, expusieron los argumentos que respaldaron la absolución de cuatro personas acusadas de ser autores de varios delitos. Se trata de tres jóvenes mujeres extranjeras y un hombre chileno.
Este resultado refleja el rigor técnico y el compromiso que caracterizaron su trabajo en uno de los procesos judiciales más complejos de la región de Arica y Parinacota. Como el primer juicio de alta complejidad en la zona, se enfrentó a desafíos significativos, incluyendo la imposibilidad de trasladar a los acusados, privados de libertad en diferentes penales del país, al Tribunal Oral de Arica, lo que obligó a realizar las audiencias de manera remota.
Solo uno de los acusados, quien enfrentó el juicio en libertad, asistió presencialmente al tribunal por sus propios medios durante las distintas jornadas.
Las absoluciones femeninas
La abogada Violeta Álvarez fue responsable de la defensa de cinco mujeres acusadas que permanecieron privadas de libertad desde el 17 de junio de 2022, pese a que, como explicó Álvarez, la tesis de su defensa desde un inicio fua la absolución de sus representadas, tomando en consideración su calidad de víctima y no de acusadas.
“Represento a cinco acusadas, quienes se enfrentaron a acusaciones por diversos delitos, incluidos tráfico, asociación ilícita, tenencia ilegal de armas y delitos relacionados con el comercio sexual. Desde el inicio, nuestra tesis de defensa fue clara: mis representadas tenían calidad de víctimas, no de autores de los hechos imputados”.
Durante los alegatos de clausura, me enfoqué en dos aspectos fundamentales: la falta de pruebas suficientes por parte del Ministerio Público para vincular a mis representadas con los delitos y un enfoque de género que subrayó las dinámicas de victimización que enfrentan mujeres involucradas en redes de trata y explotación”.
“Mis representadas, jóvenes que permanecieron privadas de libertad por más de dos años, fueron víctimas de un sistema de explotación que las sometió a constantes amenazas, impidiéndoles denunciar o escapar por temor a represalias contra ellas y sus familias”, explicó Álvarez. Además, expresó su preocupación por las penas desproporcionadas solicitadas por la Fiscalía, que ascendían hasta 77 años.
La defensora explicó que sus representadas eran víctimas, no delincuentes. Que su presencia en el sector de “Cerro Chuño” no era suficiente para acreditar su participación en los delitos. El tribunal oral coincidió con su defensa y absolvió a tres acusadas, reconociendo además las condiciones de vulnerabilidad que enfrentaban como víctimas de coerción y explotación sexual.
La defensa del único hombre absuelto
Cintia Cartagena ejerció la defensa del único acusado que enfrentó el juicio en libertad, de nacionalidad chilena. “El tribunal determinó que no existía ningún elemento que acreditara su participación en los hechos. La postura de la defensa que se planteó desde el inicio es que no existían elementos que vincularan a mi cliente con los delitos investigados en este complejo caso”.
Durante los alegatos finales, Cartagena destacó que su representado, de 64 años, sin antecedentes penales y trabajador desde 1985, fue incluido en la investigación únicamente por ser el padre de uno de los blancos investigativos. Además, señaló que el acusado cumple un rol crucial como padre y madre de su hijo adulto, quien debido a su incapacidad requiere cuidados permanentes.
La defensora subrayó que, aunque en el domicilio compartido se incautaron supuestas armas, no se presentaron peritajes que confirmaran que estos objetos eran operativos o funcionales.
Asimismo, presentó cartolas de cotización que acreditaban la trayectoria laboral del acusado, lo que reforzó la ausencia de indicios que lo vinculaban a los delitos investigados.
Reflexiones sobre el proceso
Ambas defensoras coincidieron en que el juicio de Los Gallegos evidenció la importancia de respetar el debido proceso y la presunción de inocencia, incluso en casos con alta exposición mediática.
“El derecho a una defensa técnica es un pilar fundamental de la justicia. En este caso, logramos evidenciar las falencias de la acusación y proteger a nuestros representados de condenas injustas”, enfatizaron las abogadas.
El juicio culminó con condenas para personas acusadas, pero las cuatro absoluciones logradas por las defensoras Álvarez y Cartagena subrayaron el papel esencial de la Defensoría Penal Pública en la protección de derechos fundamentales. Este resultado refuerza la misión de la Defensoría de garantizar justicia y equidad, incluso en los procesos más complejos y mediáticos.