Informalidad en Arica y Parinacota sigue a la baja
Ocupación creció 2,4%. La desocupación regional se mantiene bajo el promedio nacional de 8,9%.
La región de Arica y Parinacota mantiene una tasa de desocupación de 7,2% durante el trimestre móvil junio-agosto 2024, sin variaciones respecto al mismo periodo del año anterior, consolidándose como la cuarta con menor desempleo a nivel nacional, 1,7 puntos porcentuales por debajo del promedio del país, que alcanza un 8,9%.
El seremi de Economía, José Zúñiga Verdugo, destacó que «la región ha mostrado un fortalecimiento en su economía, lo que se refleja en el crecimiento del 2,8% en el PIB del segundo trimestre de este año. Esto genera un aumento en las oportunidades laborales, lo que ha motivado a más personas a incorporarse al mercado laboral. Con ello, la tasa de participación ha crecido, alcanzando el 60%, lo que implica que más ariqueños han salido a buscar empleo, gracias a un mercado más dinámico».
Durante este trimestre, se registró un aumento de 2.718 personas ocupadas, lo que representa un crecimiento del 2,4%. Este incremento ha sido impulsado principalmente por el empleo formal, mientras que la tasa de informalidad disminuyó 4,3 puntos porcentuales, siguiendo la tendencia a la baja observada en los últimos trimestres.
El sector turístico avanza
Las actividades relacionadas con el turismo han generado más de 1.200 nuevos empleos en comparación con el año pasado, reflejando un avance en la reactivación del sector. No obstante, a pesar de este crecimiento, el empleo en el turismo se mantiene 25,9% por debajo de los niveles registrados antes de la pandemia, lo que evidencia los desafíos pendientes en su completa recuperación.
El Seremi de Economía expresó que «a pesar de los retos que enfrenta el sector turístico, hemos visto avances significativos en la creación de empleo, lo que indica una clara tendencia hacia la recuperación. La región está trabajando arduamente para revitalizar este sector crucial, y aunque aún no hemos alcanzado los niveles pre-pandemia, la creciente demanda y las iniciativas en marcha nos llenan de optimismo. Además, la mejora en el empleo formal y la reducción de la informalidad son indicadores alentadores de que estamos avanzando en la construcción de una base sólida para el futuro del turismo regional».