Familias ariqueñas repletaron el Cerro Sagrado para recibir con alegría el Machaq Mara 5530
Luego de dos años de pandemia, la tradicional celebración volvió a reunir a cientos de personas, quienes esperaron los primeros rayos del sol del nuevo año aymara.
A las 6:50 de la madrugada el Tata Inti entregó sus primeros rayos del sol en el horizonte, señal que cientos de ariqueños celebraron con un fuerte “Jallalla” al marcarse el amanecer de un nuevo Machaq Mara.
El Año Nuevo Aymara 5530 quedará marcado con especial cariño en la memoria. Luego de dos años de pandemia que obligaron a cambiar la fiesta por una ceremonia simbólica, el Cerro Sagrado Sombrero nuevamente recibió a todos quienes deseaban recibir las buenas vibras de este nuevo ciclo, dejando atrás las penas y dificultades y dando paso a las alegrías y bienaventuranzas.
A las 5:00 de la madrugada comenzaron a llegar los primeros visitantes quienes, a pesar del frío otoñal, compartieron con respeto la pawa tradicional que antecede al amanecer. Junto a cerca de 500 personas, el alcalde Gerardo Espíndola deseó los parabienes para nuestra comuna, destacando la vuelta a la normalidad y las tradiciones tras dos años de encierro.
“Después de dos años de pandemia estamos celebrando nuevamente el Machaq Mara. El sol sale para todas, para todos y hoy con más esperanzas que nunca después de haber pasado este momento doloroso en nuestra humanidad, volvemos nuevamente a reunirnos, a encontrarnos y celebrar en el cerro al aire libre, con nuestros pueblos aymara, quechua, afrodescendiente, mapuche, selknam y cada uno de los pueblos alrededor de todo el país, celebrando este nuevo inicio”, expresó el jefe comunal.
Como parte de las costumbres, la calapurca y la cerveza fueron compartidas entre amigos y desconocidos por igual, símbolo de la unión de una comuna como Arica, donde las tradiciones ancestrales forman una sola gran familia.
Junto a la comida y al calor de la fogata, la banda acompañó con tarqueadas que animaron la fiesta en el Cerro Sagrado, que escaló en intensidad y alegría conforme el sol asomaba por el oriente.
Miriam López, encargada de la Oficina de Desarrollo Indígena, comentó en la oportunidad que “se cumplen 5530 años y estamos muy alegres de que estemos volviendo a la normalidad, fueron dos años en los que no se pudo celebrar como se debe, con la gente y acá estamos acompañando al parlamento aymara quienes organizan esta actividad de nuevo cambio de ciclo, también al Inti Raymi, a las asociaciones quechua que también celebran este nuevo año”.
Por su parte Gladys Vásquez Poma, secretaria permanente del Parlamento del Pueblo Kolla Aymara, indicó tras la ceremonia que “hemos pedido solamente parabienes para nosotros, nuestra energía, la energía positiva, el buen caminar para nuestros niños y niñas, el buen futuro para los hijos, el Suma Qamaña y el buen vivir y compartir, vivir pacíficamente y sin violencia”.