La distracción al volante al momento de conducir es uno de los principales factores de accidentes de tránsito en el país y el uso del celular o de otros aparatos electrónicos es una de las causas más importantes detrás de estos siniestros.
Un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) plantea que manipular un teléfono celular cuando se conduce un vehículo, produce efectos similares a los que ocurren cuando se maneja en estado de ebriedad, porque se produce la pérdida de reflejos al volante, multiplicándose por 4 el riesgo de un siniestro vial.
En el caso de que el conductor escriba o utilice el chat, multiplica por 23 la posibilidad de un accidente, por lo mismo, el Senado aprobó un proyecto que sanciona como infracción gravísima conducir manipulando el teléfono móvil u otros dispositivos electrónicos, estableciendo multas de 3 UTM, es decir casi 160 mil pesos.
Según explicó el senador José Miguel Durana, Carabineros consigna en sus estadísticas que, en el año 2019, los siniestros ocasionados por conducir vehículos, sin prestar atención a las condiciones de tránsito, produjo 27 mil 651 accidentes de tránsito, con un resultado lamentable de 141 fallecidos y un total de lesionados de diversa gravedad que asciende a 15 mil 215 personas.
“Un alto porcentaje de los conductores escribe o responde correos mientras maneja, revisa redes sociales en sus teléfonos e incluso chatea en WhatsApp, por lo mismo, es necesario que la gente tome conciencia de lo nefasto de estas prácticas que derivan muchas veces en accidentes fatales”, puntualizó el legislador gremialista.
En lo fundamental, el proyecto aumenta de grave a gravísima, la calificación y su consecuente sanción, de la conducta consistente en la conducción de vehículos manipulando un dispositivo de telefonía móvil o cualquier otro artefacto electrónico o digital, que no venga incorporado de fábrica en el mismo, excepto si la acción se realiza a través de un sistema de manos libres.
Ahora deberá ser analizada por la Cámara de Diputadas y Diputados en tercer trámite constitucional.