INJUV Arica lanza campaña de recolección de alimentos para jóvenes migrantes
Gran cantidad de la juventud inmigrante se ha instalado en una zona contaminada.
En las últimas décadas Arica ha sido terreno fértil para la migración de jóvenes que provienen de naciones vecinas como Perú y Bolivia, sin embargo, en los últimos cinco años también han llegado inmigrantes desde países como Colombia, Venezuela e incluso Ecuador.
El Instituto Nacional de la Juventud de la Región de Arica y Parinacota quiso aportar en el Mes de la Juventud con una campaña de recolección de alimentos para los jóvenes migrantes, además de un trabajo radiográfico de cómo se sienten éstos en el extremo del país.
“Los jóvenes tienen la libertad para cambiar, además de energía y capacidad para tomar riesgos hacia lo desconocido, también portan idealismo, visión y esperanzas de lograr mejores condiciones de vida. Por otra parte, dejar la familia, raíces, país, entre otros, con el fin de estar más seguro y tener más oportunidades no es una decisión fácil, es por esto que en el mes de la juventud y solidaridad queremos ser un canal de ayuda junto a World Vision, quienes trabajan directamente con migrantes en la región, en este mes estamos desarrollando un campaña de recolección de alimentos no perecibles, lo cual es vital para los inmigrantes que se encuentran solo en nuestro país”, explicó la directora del Instituto Nacional de la Juventud de la Región de Arica y Parinacota, Clara González Leiva.
Hace algunos años la inmigración latinoamericana tenía un carácter de adulta (30 a 54 años) principalmente vinculada a razones personales de quienes migraban, respondiendo a necesidades y proyectos económicos, buscando mejorar sus condiciones de vida en Chile.
“A medida que las familias se asientan y las redes de los inmigrantes locales se agrandan, otras razones comienzan a configurar el proyecto migratorio, como son las educacionales, familiares, políticas, entre otras”, explica en su edición número 28 la Revista del Instituto Nacional de la Juventud, Jóvenes Migrantes: Nuevos contextos y desafíos en Chile (RT 28).
Según los datos entregados por la RT 28 y la ronda de censos, desde 1992 a 2017 la población migrante ha aumentado desde 105.070 personas en 1992 (representando al 0,8% de la población total del país), pasando a 184.464 en 2002 (representando al 1,2% del total), para alcanzar a las 746.465 personas el año 2017, las cuales representan al 4,3% de la población residente en Chile. Esto, además de configurar un nuevo escenario para la población que ingresa al país, supone un desafío por integrar al gran flujo de personas que confían en Chile como un país para desarrollar sus proyectos de vida.
Daniela, joven venezolana de 27 años, estudiaba economía en la universidad estatal de Caracas y según cuenta “a mí me dolió mucho dejar Venezuela, pero una vez que salí llegué primero a Colombia, allá fue muy dura mi vida, entonces me dijeron que Chile era mejor para el emigrante”.
Instalada en el sector noreste de Arica, Daniela cuenta que, “en Colombia pasé hambre para poder enviar dinero a mi hogar, en Venezuela me compré mis últimos zapatos y ya en Colombia trabajé casi a pies descalzos en la calle; vendí galletas, frutas, trabajé en una casa de familia y los más triste fue arriba de unos buses, un día que no había comida, ni dinero para mandar a mi país subí a trabajar al bus, pero Colombia es malo y un niño de la calle me tomó y quería pegar y maltratar y como la policía no se mete, porque somos migrantes ilegales, ese día decidí venirme a Chile, porque me dijeron que era mejor y podríamos tener trabajo más formal”.
Actualmente Daniela trabaja de garzona en Arica y reconoce que tomó la decisión a tiempo y entró a Chile de manera legal por el paso Santa Rosa junto a sus dos hijos y pareja, otros migrantes no corren la misma suerte y “mueren en el intento”, sin embargo, esta joven mujer sigue con su sueño intacto de poder surgir en esta ciudad a pesar de las condiciones adversas en las que vive y de quizás “poder terminar mi carrera si mi economía lo permite en algún momento”.
El geógrafo, Roberto Guajardo, se desempeña como coordinador territorial de Esperanzas sin Fronteras Arica, World Vision Chile, y de acuerdo a su trabajo de protección de niñas (os) y adolescentes, explicó que “los jóvenes migrantes viven una realidad muy compleja, ellos en estos momentos son forzados a desplazarse dentro de Latinoamérica y especialmente para llegar a Chile, son diferentes los destinos, pero ellos tienen que tomar una serie de decisiones que tienen que cambiar prácticamente su esquema y eliminar su concepto de juventud y transformarlo en un concepto más de supervivencia”.
Agregó que “los migrantes están muchas veces vulnerados de sus derechos y necesitan protección, y al llegar a Chile sienten esa seguridad, si bien las condiciones con las que se encuentran, lamentablemente a veces, la precariedad e irregularidad entre otras cosas genera diferentes problemas para ellos, aun así, la seguridad y el poder conseguir alimentos para sus familias es súper importante”.
Si quieres ayudarnos con la campaña puedes traernos alimentos a 18 de septiembre #485, y para saber más sobre nuestra oferta juvenil puedes encontrar información de INJUV en https://www.injuv.gob.cl/ y en las redes sociales de INJUV de la región de Arica y Parinacota.